Benoît Heitz (05/15/85) es un niño prodigio a la par que turbulento, de esos que provocan envidia, admiración y circunspección por partes iguales. Amamantado a base de mala leche gangsta, criado a golpe de Miami-bass y maleducado con libidinosas lecciones de booty-house, este jovencísimo francés (24 añitos, señores) es el más firme representante del legado de Vitalic y Daft Punk. Sólo ha publicado un trío de maxis, pero cada uno de ellos aterrizó con innegables consecuencias sísmicas, como lo hizo Radio Fireworks , entronizado mejor tema de 2006 por los mismísimos Justice. Desde entonces M.I.A, Klaxons, Justice, Foals o Chromeo se han ofrecido sus despiadados servicios en forma de remezcla. Y los síncopes sintéticos, teclados helados y bucles bucaneros de su tercer e infeccioso epé, Next Of Kin , ya han vuelto totalmente dementes a Tiga, Boys Noize o Erol Alkan.