En Panamá, la capital del tropi-capitalismo, los bancos, los abogados, las publicitarias y el comercio libre de impuestos, tienes que correr mucho para poder quedarte en el mismo lugar. O sea, que si quieres avanzar, lo tienes duro. Para comenzar, está el tema del culto a todo lo que representa Miami y su star-system. Luego, pasa que la ciudad es pequeña (apenas un millón de habitantes) y tienes que poner mucho de tu parte para no aburrir a la reducida (pero viciosa) clientela de los tres o cuatro lugares en los que es posible tocar rock en vivo. Por eso, no se puede dudar que lo de Señor Loop tiene mérito: después de 4 años de patear los tugurios de su ciudad, el año pasado sacaron a la calle Madretambor, su segundo álbum de producción independiente, rodeados del calor de una gran tribu urbana de seguidores, y con el respaldo incondicional de una trouppe de músicos, artistas y creadores locales.

En el 2000, Ñako Iriberri, Carlos Ucar y Lilo Sánchez, comenzaron a tocar...