Desde San Pedro, Francia, llega Gregory Raimo como autor material e intelectual de un sangriento atentado en contra de la estructura del rock. Por suerte consiguió su objetivo y en vez de deshacerse del arma homicida, la dejó en el lugar de los hechos junto a una nota que decía así: "Gunslingers"

Raimo (guitarra / voz), junto a dos implicados más; Antoine Hadjioannou (batería) y Matthieu Canaguier (bajo), lo llaman Massacre-rock.

Algunos testigos declararon haber escuchado destellos que los llevaron hasta los momentos más explosivos de la psycho-psicodelia de Acid Mothers Temple, pero dicen haber olvidado de repente al colectivo japonés para escuchar un trío francés descargando salvaje y eufóricamente su propia interpretación de la música libre con envoltura de garage, dándoles una descabellada cátedra de rock. Una de las víctimas resultó tener 6 cuerdas.