De esos productores que pasan de ser unos completos desconocidos a grabar más de una veintena de maxis en tres años. Antes de convertirse en una pequeña estrella de culto de la electrónica alemana, Gabriel Ananda tocaba temas de Nirvana con su guitarra.

Lo cual no estaba mal, pero de haber seguido con el rock garagero nos hubiéramos perdido joyitas contemporáneas del minimal centroeuropeo. A los 16 años además de ser un enamorado del grunge de Cobain también se derretía los huesos por el minimal de clásicos como Steve Reich. La mitad de la corte del reino alemán se disputa las referencias de este jovenzuelo y de momento Trapez o Treibstoff ya se han llevado el gato al agua con unos cuantos maxis del alemán. Sin olvidarnos de su álbum de debut Tai Nasha No Karosha en su propio sello, Karmarouge: desolación, sonidos urbanitas y melodías para parar un tren. Es complicado definir la música de Ananda porque tiene algo de house, algo de techno y un espíritu dubby que...