Aunque muchos la recordarán por haber escrito junto a Jack Niztsche “Up Where We Belong”, canción que le valió un Óscar y que Joe Cocker y Jennifer Warnes convirtieron en banda sonora de “Oficial y caballero”, la canadiense Buffy Sainte-Marie es cualquier cosa menos una “one hit wonder”. Cantante, compositora, activista social y artista visual, entre muchas otras cosas, Sainte-Marie es también una figura clave de la música americana de las últimas décadas, una artista capaz de compaginar el country con el folk, manifestarse activamente por los derechos de los nativos americanos, colaborar con Ry Cooder y Crazy Horse y rivalizar con Joan Baez y Joni Mitchell con espléndidos trabajos como “Illuminations” y “Little Wheel Spin And Spin”. Coincidiendo con la reedición de buena parte de su obra y con la aparición en 2008 de “Running For The Dream”, Sainte-Marie vuelve a los escenarios para exhibir su leyenda sobre las tablas.